EXPERIENCIA MELIQUINA, ARGENTINA

Temporada: Sep - Abr

Deseábamos, hace mucho tiempo, poder recorrer La Patagonia, y después de casi tres años de recorrer el continente americano de Buenos Aires hacia el Norte, pudimos hacerlo. La experiencia Meliquina en San Martin de los Andes, Argentina, fue parte de este recorrido aunque sin planearlo, lo cual fue sorpresivo traduciéndose en excitante.  

El imponente entorno patagónico nos llamo a soñar con unas líneas de navegación paralelas a la costa, de Este a Oeste disfrutando de un atardecer entre montañas y picos nevados.

LA OPORTUNIDAD

Después de visualizar esta visita a La Patagonia, se nos dio la oportunidad de recorrerla de la mano de Volkswagen, quienes escucharon nuestra propuesta y nos pusimos de acuerdo para hacer este recorrido de 25 días visitando distintos lugares entre Buenos Aires, Neuquen, Rio Negro y Chubut.

La aún pandemia no nos detuvo y el invierno tampoco para cargar los kites y soñar con navegar en un entorno de montañas y picos nevados. Para poder prepararnos para este desafío fue necesario equiparnos adecuadamente para soportar las bajas temperaturas de las condiciones naturales y meteorologicas; y siempre que pensamos en una aventura de estas características, nunca falta el apoyo de Thermoskin, marca que nos acompaña hace mas de cuatro años. 

Desde que surgió la oportunidad, hasta que concretamos este pequeño proyecto, pasaron un par de semanas en donde nos juntamos con distintas personas para poder diseñar el mejor recorrido. Azul, Bariloche, Rada Tilly y Puerto Pirámides fueron el resultado, pudiendo variar el diseño moviéndonos a lugares periféricos como fue el caso de Meliquina, San Martin de los Andes.

LAS REDES SOCIALES COMO FUENTE DE SORPRESAS

En nuestro primer destino del viaje, Azul, Pcia de Buenos Aires, recibimos el mensaje siempre inesperado pero posible, de Delfi que nos dijo: 

“Si por casualidad están viajando al Sur a San Martin de los Andes, cualquier cosa que necesiten nos avisan, buen viaje”

Este fue el disparador que hizo que sigamos hablando con ella hasta que llegamos a su casa para conocerla y disfrutar tres días inolvidables.

Esa cercanía que nos dan las redes sociales de poder sentir la conexión con otra persona en donde puede empezar con una invitación y termine en un encuentro real cara a cara, es algo que traspasa todo plan. Es así como nos gusta condimentar nuestros viajes. Dejar espacios de sorpresa e improvisación es lo que hace a esos momentos fascinantes ser inolvidables.

EL FESTEJO

No fue la primera vez y no va a ser la última, de pasar mi cumpleaños en una casa ajena, sin conocer a los anfitriones y obviamente, viajando.

Llegamos a lo de Delfi y Chommpi el día de mi cumpleaños. Salimos de Bariloche y viajamos por la ruta 40, pasando por los 7 lagos hasta llegar a San Martin de los Andes.

Mientras Chommpi soldaba unos postes metálicos probando como iba a quedar el nuevo refugio del Cerro Chapelco en donde dan las clases de Snow-kite, Delfi nos daba la bienvenida y nos hacia sentir enseguida como en casa. Con un mate abajo del brazo y con un actitud anti-coronavirus, nos ofrece el primer mate que abrió las puertas a una relación de amistad eterna. 

Mali, su perra rescatada daba vueltas con Perica mostrándole la casa, y a los pocos minutos apareció Blas, quien estaba jugando en su cuarto y ante la visita de algunos desconocidos se hizo conocer jugando casi a las escondidas.  

En el Sur es muy común hacer el asado en las mismas chimeneas ya que el frio hace que la gente se resguarde adentro de cada casa. Se destaparon las primeras cervezas y se prendió la leña para empezar un festejo que termino cuando se nos cerraron los ojos frente a la chimenea.

Parte del festejo era conocernos así que, compartir historias y vivencias fue parte de la ceremonia obligatoria. Gente en común, deportes, hobbies, trabajos y filosofía de vida eran conexiones que hicieron que el comienzo de ésta amistad perdure en el tiempo esperando el próximo encuentro. 

PARADOR MELIQUINA

Seguimos conociendo destinos de kitesurf en nuestro continente. En esta oportunidad en Argentina y en nuestra querida Patagonia. 

Haber conocido a Delfi y Chommpi, nos hizo por obligación, ir a conocer su Spot, Parador Meliquina. Un destino alejado de la ruta principal, lo cual nos parece siempre atractivo, ya que se iba metiendo mas y mas en la típica naturaleza sureña.

El Lago se encuentra envuelto por la Cordillera de los Andes y un bosque andino patagónico de coihues y lengas. De 9 kilómetros cuadrados de superficie y en donde lo abraza el Parque Nacional Lanín al sur, muestra un contexto de inmensidad natural difícil de pasar por alto. esa energía del viento denso y las montañas vestidas de ese manto blanco en contraste con el verde del bosque es algo que solo el Sur nos puede regalar.

El Parador se encuentra en el extremo Norte, donde de a poco se va poblando de estancias y casas buscando la tranquilidad y distintas postales que regala el lugar. 

Al llegar notamos una pequeña brisa que motivaba la preparación de los equipos de foil para probar suerte. De viento On-shore y sin experiencia en el lugar, Chommpi me explicó cómo entrar al agua para buscar la profundidad suficiente para lograr el water-start sin tocar el fondo rocoso.

Trajes gruesos (5.4 mm), botas y guantes eran parte de la vestimenta para poder hacer esta hazaña de kitear en el invierno patagónico.

LA HAZAÑA

No quería irme de la Patagonia sin kitear en este contexto tan imponente y de tanta conexión con la naturaleza, así que si bien las ganas eran mucho mas grandes que el viento, si llegaba a lograr navegar unos minutos ya iba a ser un “cumplido”.

Sabia que el viento frio, al ser mas denso que el del caribe, me podía dar una ventana de esperanza.

Chommpi: Flysurfer Soul 10 mts, foil Cabrinha.
Alvaro: Naish Pivot 8 mts, foil Slingshot

Este era nuestro equipamiento.

Ya siendo las 17:30 nos encontrábamos con los kites listos para su lanzamiento y apretando los dientes para que podamos lograr la hazaña.

Alvaro: “habrá 8/9 nudos
Chompy: “no te agrandes, hay 6 nudos”

No quedaba más que subir los kites y sentir la presión de barra para estar seguros de lo que íbamos a hacer.

Soul arriba y lo primero que Chompy dice: “esta flojo”

La playa de piedras hizo que diseñara un lanzamiento intentando aprovechar la poca fuerza del viento, pensar en loops y tratar de aterrizarlo despacio para que el kite no sufra en caso de que el viento no pueda sostener el kite en el cielo.

Con una salida prolija de Chompy no quedaba más que intentarlo. Me ayudaron a subir el kite y al momento del “ok”, la persona que me estaba ayudando no lo soltaba porque no se sentía presión suficiente.

Le afirmo el “ok” con la debida seña y logro subirlo sintiendo que estaba en el límite.

Agarro el foil y entrando al agua el kite empieza a desplomarse hasta que logro recuperarlo. Empiezo con el body drag pataleando tratando de alejarme de la costa para crear espacio suficiente frente a una salida donde el viento te tira para la costa.

Con 29 segundos filmados de salida y algunos loops para generar un mínimo de fuerza que haga que el foil suba, lo logre.

La sensación es difícil de explicar ya que aparte de haber soñado con ese momento, se adiciono que sea un desafío, que la preparación no sea en vano y que lograr esa velocidad suficiente para que la tabla no toque el agua sea casi imposible. Ese primer largo en donde sabia que podía mantenerme en esas condiciones hasta que baje el sol hizo que pueda recorrer el Lago de Este a Oeste terminando en alegría plena.

LA ALEGRIA DE HABERLO LOGRADO

Todo lo experimentado en esos 30 minutos se consumaron en un abrazo de fin de fiesta.

Esa alegría de haber compartido esas lineas de navegación no hubiesen sido lo mismo si Chommpi se hubiese quedado trabajando en su casa soldando el próximo refugio para Cerro Chapelco.

Saben porque vino?

Porque su hijo, Blas, le insistió muchísimo para que venga.

Blas: “papaaa, quiero que veeenngaaas”
Chommpi: “No puedo”
Blas: “Daaaleeee”
Chommpi: “Dale… banquen que preparo las cosas y voy”

Gracias Blas!

Gracias Meliquina!

Si queres ver el video de la Experiencia Meliquina, Argentina.

Si queres conocer otras de nuestras experiencias te invitamos al Blog.

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