Temporada: TODO EL AÑO
Nuestra Experiencia Calima, Colombia como una de las mas recordadas del viaje. Siempre con una sonrisa en la cara, con la vivencia pura del día a día entre amigos que nos recibieron como uno mas de ellos.
Nos enteramos tarde que Colombia es el único país sin ruta que bordea la Costa Pacífica. Nunca nos hubiésemos imaginado esto y en un primer momento nos desilusionamos sabiendo que íbamos a estar lejos del agua, pero al abrir un espacio hacia el conocimiento de esta gente en la que nos volvimos fanáticos.
Al conocer a Robert, en Santa Marianita, Ecuador, nos advirtió que para disfrutar del viento al sur de Colombia, necesitábamos pasar por el comúnmente conocido Lago Calima.
A una hora al noroeste de Cali yendo hacia uno de sus puertos más importantes, Buenaventura, y por una ruta de colinas con sus verdes vegetación y naturaleza viva, a 1.500 msnm y con una niebla que no te dejaba ver, llegamos a Calima.
Después de poder haber tenido la oportunidad de observar muchísimos lugares, escuchar recomendaciones y sentir cada rincón por el que pasamos, estamos seguros que la experiencia con la gente es el determinante principal de la experiencia que uno se lleva. Colombia fue uno de estos países donde sentimos ese abrazo cálido, respetuoso y sincero. Siempre con una sonrisa en la cara, con sus historias con la tonada seductora y particular y con la empatía hacia el extranjero haciéndolo sentir atrapado entre sus brazos"
Dentro de los grupos de viajeros se decía que Colombia y México eran países en los que uno se quiere quedar. Sin ruta Pacífica nos sorprendía que así sea, pero después de nuestra experiencia Calima, no dudamos mas.
SU GENTE
Hasta ese momento no habíamos experimentado éste país que nos terminó atrapando. El sur lo hicimos rápido entre la cordillera que sube y baja agresivamente, las altas temperaturas y una semana en Cali en lo de unos amigos, era nuestro primer destino en pueblo local.
Acá todo cambió.
Pasamos una semana en la escuela, navegando el lago de sur a norte con su viento térmico de prácticamente todo el año, disfrutando de su clima a pesar de la lluvia, de su “pan dil buono”, su café local y por sobre todo, su gente.
Calima desenvolvió muchas de las experiencias que vivimos en nuestro viaje. Conocimos a Yere y a Chepe, dos personajes que no vamos a poder olvidar nunca.
Allí pasamos el cumpleaños de Olí, ese 17 de Octubre entre hamburguesas caseras, tragos y torta compartiendo con todo ese equipo.
Siempre sonriendo, haciéndonos amigos, aprendiendo y dejándonos llevar por ese colombiano que te abraza, te acompaña, te da su tiempo y te hace ser parte de su familia.
IMPROVISANDO, EL MEJOR PLAN
Cuando nos estábamos yendo, Yere puso la voz en alto: “Ustedes no se van nada, se viene el fin de semana largo pri y los necesitamos acá”
Fue así cuando extendimos 2 semanas más nuestra estadía, lugar que dio a que conozcamos más a nuestro querido Chepe. Quien aparte de invitarnos a su casa en Medellín, nos creo un grupo de WhatsApp con los dueños de todas las escuelas de kitesurf del Caribe Colombiano.
No es casualidad que a nuestra Van, por más que comúnmente la llamen la Westy, le hayamos puesto “La Paisa”.
LA EXPERIENCIA DE DAR CLASES EN UN LAGO
Mi primer experiencia dando clases en un Lago. Como todos los terrenos son privados, para que la operación de clases sea viable, es necesario tener un bote o semi-rígido. Luego de la teoría y la primer práctica del self-rescue, el alumno se sube en el bote mientras que su instructor navega up-wind, en busca de su alumno.
Las primeras horas el instructor va agarrado al alumno del arnés enseñándole como se maneja el Kite y practicando lo que se enseñó en la teoría. Una vez que el alumno entiende como hacerlo, el instructor se sube bote siguiendo sus movimientos y explicando los siguientes pasos. Si es necesario el instructor se mete en el agua con el alumno hasta que de a poco lo va haciendo solo dejando al instructor subirse al bote nuevamente.
De llegar a la escuela, el instructor hace la transferencia del Kite y el alumno sube al bote volviendo al punto inicial para poder tener el espacio necesario y continuar con el curso.
Enamorados de Colombia nos llevamos esta experiencia Calima como una vivencia imborrable.
Si queres conocer todas las características que un kiter necesita saber de un Spot, no te pierdas Kitesurf en Calima, Colombia.
